Empresas operadoras del Transantiago crean unidad de “fiscalización disuasiva” para evitar evasión

Dadas las cifras históricas de evasión alcanzadas en febrero por el Transantiago (27,7%),  las principales operadoras del sistema de transporte público capitalino -Alsacia y Subus- detallan los mecanismos que utilizan para reducir estos altos niveles.

Luego de que en marzo comenzara a aplicarse el cambio de los contratos de las operadoras, que establece que deben ser ellas mismas las encargadas de aplicar fórmulas antievasión, la fiscalización disuasiva es la principal alternativa usada por estas empresas.

Así lo explica Claudia Brandes, gerente de asuntos corporativos de Subus. “Lo que nosotros hicimos fue contratar una empresa que se encarga de fiscalizar. Empezamos un proyecto piloto, que empezó con 30 fiscalizadores. A la fecha ya llevamos más de 300 personas que están en la calle todos los días fiscalizando abajo del bus y arriba. Es una fiscalización disuasiva, que lo que hace es controlar que las personas lleven su tarjeta, y que suban por la puerta de adelante y paguen“.

En la misma línea, el gerente de planificación de Alsacia, Juan Eduardo González, precisó que en esta operadora cuentan con dos sistemas de control. Uno de ellos consiste en fiscalizar en los paraderos, a través de personal que va monitoreando que todo aquel pasajero que suba al bus, pague.

“Y la otra es la fiscalización en el bus, en que subimos con equipos que le pedimos a Transantiago (Sonda)”, con el  que se revisan las tarjetas Bip y se determina si el usuario la pasó o no por el validador.

Para ambas empresas este sistema ha surtido efecto y en el caso de Alsacia, “nosotros con la fiscalización en parada, efectivamente vimos un incremento en las validaciones”, aseguró González.

Este mecanismo fiscalizador, “está dando muy buenos resultados, pero obviamente todavía no tenemos cifras exactas, porque es un proyecto que se ha ido implementando de forma paulatina. En las líneas donde se está aplicando, nosotros estamos viendo que efectivamente disminuye (la evasión). O sea, donde hay fiscalizadores, no hay evasión”, agregó Brandes.

Respecto a los puntos donde se registra mayor porcentaje de usuarios que no pagan, la gerente de operaciones de Subus, indicó que esta práctica se concentra en comunas como San Bernardo y La Pintana, en el sector sur de la capital, y Huechuraba en el norte. Todas ellas con una tasa de evasión que alcanza el 34%.

En el caso de Alsacia, la evasión es medida en los ejes de los recorridos que comprende la operadora, siendo el de la Alameda el que registra mayor cantidad de evasores, alcanzando los 39 mil al mes. La lista es seguida por el eje San Pablo, el eje Departamental, y posteriormente Pajaritos.

LA EDUCACION COMO HERRAMIENTA ANTIEVASION

Tanto Claudia Brandes como Juan Eduardo González coincidieron en la imposibilidad de alcanzar un cero por ciento de evasión, y al mismo tiempo concordaron en que la educación es la herramienta más importante para reducir las actuales cifras.

“Ningún sistema en el mundo funciona con una evasión cero. Siempre existe un porcentaje de evasión, porque en un sistema tan enorme, donde tú estás movilizando más de 6 millones de personas al día, en la práctica es imposible controlar al 100% de los usuarios. Pero sí uno debería pensar en llegar a una tasa de entre un 5% a un 10%”, precisó la gerente de asuntos corporativos de Subus.

Para lograr aquello, indicó, se “requiere de educación. Hay que volver a las antiguas y buenas prácticas, que había con respecto al pago del transporte público. Hay que reeducar a las personas, y eso es un trabajo ya no sólo de los operadores, es un trabajo de todos en conjunto: las autoridades políticas y los líderes de opinión”.

“Ojalá llegáramos a una mentalidad europea en que tienes que pagar el servicio, porque tienes que pagarlo, no se cuestiona eso”, argumentó el gerente de planificación de Alsacia.

“En Europa la evasión es cercana al 8%”, agregó González, quien además se refirió a la importancia de instaurar una fuerte campaña comunicacional. “Todo esto tiene que ir englobado en un gran paraguas de comunicación al pasajero final”, sentenció.