“Corredores 2.0″: Buses Transantiago circularán por la izquierda en al menos 19 avenidas clave

Nueva fisonomía de las arterias busca subir las velocidades de los recorridos y que autos puedan doblar a la derecha

Una postal recurrente de las calles santiaguinas: un bus del Transantiago queda “atascado” detrás de un auto particular que se detiene a bajar a un pasajero. O un vehículo que debe ingeniárselas para sortear un mar de buses articulados para lograr doblar en una esquina a la derecha.

Desde la creación de las pistas segregadas para locomoción colectiva, las pistas de la derecha, las más cercanas a la vereda, se han convertido en un terreno estratégico para quienes transitan por avenidas como los ejes Alameda-Providencia-Apoquindo o la Gran Avenida.

Pero esto debiera cambiar radicalmente, ya que Transantiago tiene en carpeta un plan que cambiará la fisonomía de las principales avenidas de la ciudad. Estos “corredores 2.0″ del plan -que comenzarán a ejecutarse desde este semestre y hasta el año 2018- contempla que en estos ejes los buses circularán por las pistas izquierdas o centrales. De este modo, en calles como Alameda -una de las primeras que adoptará esta nueva forma- los pasajeros del transporte público abordarán los buses en el bandejón central, lo que implica que se necesitarán máquinas que tengan sus puertas al lado izquierdo.

La medida es parte del nuevo Plan Maestro de Infraestructura del Transporte Público, diseñado en los últimos meses por el Ministerio de Transportes. Las primeras avenidas que se subirán a esta nueva fisonomía son Providencia, Alameda, Departamental y Grecia, todas ellas antes de 2015. La idea es llegar a 2018 con, al menos, 19 corredores con el nuevo estándar, que en conjunto sumarán unos 200 kilómetros de vías exclusivas y que serán construidos o concesionados por las carteras de Transportes, Obras Públicas y Vivienda, más la Intendencia y el Serviu.

El plan promete beneficiar al transporte público y al particular. El primero vería aumentada su velocidad de traslado desde los actuales 12 o 14 km/h a 22 km/h, lo que implicaría -según estima el coordinador del directorio del Transporte Público Metropolitano, Patricio Pérez- reducciones de 30 a 50 minutos en los tiempos de viaje en los recorridos más largos.

Para los vehículos particulares, que podrán volver a circular por las pistas de la derecha, se facilitaría la opción de girar a la derecha, que hoy resulta difícil (o, directamente, está prohibida) en varios puntos.

Además, también se contempla el soterramiento de cables donde los hubiera y se proyecta que los bandejones centrales cuenten con amplias áreas verdes y zonas de pago electrónicas.

Según Pérez, un corredor así “elimina una gran cantidad de superficie de separación que hoy se usa en segregación y separación de pistas. Desde ahora, con los buses circulando por la izquierda, el corredor gana en áreas verdes y mejor distribución de los tránsitos”, explicó.

Adicionalmente, el plan de infraestructura involucra la llamada “mirada multimodal” que asigna de mejor forma los espacios para paraderos, terminales y accesos al Metro, generando para los peatones una vía más amable, añadió.

Por su parte, el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, destacó el carácter “integral del plan, que mira el transporte público de la ciudad en su totalidad y que supone la culminación del mejoramiento del Transantiago, en que ahora apostamos a consolidar una mejora sustancial en la infraestructura”.

Fuente: Francisco Fuentes – El Mercurio.